miércoles, 29 de enero de 2014

OPERA BROKEBACK MOUNTAIN ESTRENADA EN MADRID

'Brokeback Mountain' se estrena en el Teatro Real con máxima repercusión internacional y éxito de público RUBÉN AMÓN – EL MUNDO Madrid
No puede hablarse de una velada triunfal, pero sí de un éxito desconcertante. Desconcertante porque la versión operística de 'Brokeback Mountain' se había planteado como un gran alarde vanguardista y como el primer ejemplo de una ópera que alude explícitamente a la temática gay. Podría suponerse que ambos extremos predisponían la hostilidad del público conservador que habita en los estrenos del Real, pero sucedió que los espectadores agradecieron el espectáculo. Porque realmente no era transgresivo. Y porque los únicos abucheos discrepantes, muy pocos, concernieron la partitura más o menos abrupta de Charles Wuorinen. Nunca el Teatro Real en su historia contemporánea había concitado semejante interés ni había reunido tantos periodistas extranjeros en el patio de butacas. Un centenar de medios foráneos se han ocupado del bautismo de 'Brokeback Mountain', concediendo a Gérard Mortier un papel de agitador cultural que beneficia las ambiciones cosmopolitas de Madrid y que anoche la convirtieron provisionalmente en capital operística del mundo. Se explican los honores por el acontecimiento de un estreno mundial, aunque llama la atención que la repercusión de esta ópera haya superado incluso el 'Così fan tutte' que concibió Michael Haneke y la première planetaria de 'The perfect american'
Huella cinematográfica Así se titulaba la ópera que Philip Glass dedicó a Disney en clave más o menos iconoclasta. Un año exacto se ha cumplido del estreno, así es que Brokeback Mountain renueva la fertilidad creativa del Teatro Real con razones propias y motivos circunstanciales. Las primeras consisten en la brillante autoría de una partitura nueva con la firma del compositor neoyorquino Charles Wuorinen, pero no se explicaría el impacto mundial del estreno si no hubieran intervenido la despedida de Mortier en su último gran proyecto madrileño y el antecedente de una película sobresaliente con la que Ang Lee obtuvo el Oscar al mejor director. Se entiende así la huella cinematográfica que permanece en el montaje escénico de Ivo van Hove: dos horas sin pausa, guiños desordenados a Lars von Trier ('Dogville'), amén de una pantalla gigante en cinemascope que proyecta las imágenes totémicas de la montaña en que los vaqueros Jack y Ennis consuman sus amores clandestinos en la alegoría del paraíso perdido. Los interpretan respectivamente Tom Randle y Daniel Okulitch desde un premeditado y quizá excesivo contraste de caracteres. El tenor y el barítono. El moreno y el rubio. El bajo y el alto. El sofisticado y el rústico, aunque la mayor diferencia probablemente es la menos calculada de todas y radica en la desigualdad de los méritos artísticos. Resulta que el cantante canadiense Daniel Okulitch asume en primera persona la credibilidad del espectáculo. No sólo por la autoridad con que resuelve la endemoniada partitura. También porque su presencia escénica, su viaje al dolor y su monólogo final relativizan los problemas de disociación que traslada este desigual espectáculo. Disociación quiere decir que no existe una relación demasiado natural entre la música, el libreto y la escena. Charles Wuorinen plantea una partitura atonal, compleja, desprovista de emociones, mientras que el texto se resiente de un excesivo prosaísmo. Se diría que unos y otros personajes, incluidos los femeninos, se dedican a discutir en plan "escenas de matrimonio", subordinándose argumentos tan poderosos como la opresión social y privando a 'Brokeback Mountain' del erotismo y la sensibilidad que había proporcionado a la película de Lee la unánime empatía de los espectadores. Contraste de lenguajes
No le convenció del todo el filme a Annie Proulx. Ella había escrito el relato originario en las páginas del 'New Yorker' (1997) más cerca del feísmo y de la aspereza que de la épica, y ella también se ha incorporado ahora a la tercera vida de la criatura redactando el libreto. Y simplificándolo, aunque el principal obstáculo consiste en que la música atmosférica de Wourinen, interpretada en el foso con el oficio y la concentración de Titus Engel, no termina de identificarse con las palabras. Vuelve a producirse una disociación, probablemente por el contraste de lenguajes y porque el texto y la partitura se resienten de un problema de convivencia, igual que les sucede a los amantes Jack y Ennis en la claustrofobia de una sociedad hostil al acecho. Ivo van Hove la retrata metafóricamente con la imagen inquietante de los hombres de negro, vaqueros fantasmagóricos que todo lo ven y que todo lo saben. Forman parte de las ideas más solventes de la dramaturgia. Que resulta más eficaz cuando se hace más conceptual. Y que resulta embarazosa cuando redunda en la literalidad del libreto. No puede decirse que sea un montaje arriesgado. Y por la misma razón cabe pensar que la reacción favorable del público se atiene al consenso de una dramaturgia de fácil digestión. Ni siquiera la ópera contiene escenas polémicas, siempre y cuando no se valoren como tales una escena sexual encubierta en una tienda de campaña y la imagen de una pareja de hombres besándose en el escenario.
Es el momento 'titanic' de Jack y Ennis, la parada obligatoria de un viaje que empieza con la blancura virginal de la nieve y que termina con la oscuridad del catafalco. Es entonces cuando prorrumpe el excelente Daniel Okulitch su monólogo del amor ausente, apurando los momentos más intensos de la ópera, aferrándose a la camisa de cuadros que había conservado el vaquero Jack como una reliquia. Quizá no les convenga seguir leyendo, porque vamos a hacer un 'spoiler' con el final. Y este amerengado final consiste en que la camiseta de cuadros vuela hacia el cielo como si la habitara un alma resurrecta. Me imagino a Ang Lee tapándose los ojos. Y no precisamente para enjuagarse las lágrimas. El cineasta podría haber asistido anoche al estreno, como cualquier melómano o curioso. Lo hizo posible la opción por streaming que produjo el Teatro Real y que multiplicaron ubicuamente los portales culturales Arte y Medici, remarcando así la importancia de un estreno que reunió a una docena de sobreintendentes teatrales -Vancouver, Santa Fe, Los Ángeles, Múnich, Amsterdam, Londres, Basilea, Bruselas- dispuestos a que el último proyecto de Mortier adquiera una fuerza
multiplicadora.

miércoles, 22 de enero de 2014

Edith Piaf: EL MENSAJE DE UN SUICIDA.

Se cumplieron 45 años de la muerte de Edith Piaf, “El gorrión de París”. Ninguna mujer en la historia de la canción ha dicho como ella las cosas del amor, y más las del desamor. Una reciente película, magnífica por cierto, volvió a poner de moda el nombre de la inolvidable cantatriz. Edith Piaf nació para la tragedia. Conoció el sufrimiento desde antes de nacer, pues su madre no la quiso nunca. La mujer era artista de la legua, y el embarazo la estorbaba. Varias veces intentó en vano librarse de lo que traía en el vientre. Quizás a consecuencias de eso la niña nació débil, enfermiza, casi ciega. Su madre la abandonó pronto. Unas prostitutas se hicieron cargo de ella, y luego la dejaron en manos de unas monjas. No llegó a vivir 50 años Edith Piaf. La agotaron los quebrantos físicos y la morfina, a la que recurría en grandes dosis para calmar los dolores de cuerpo y alma que padecía. Toda su vida le cantó al amor, pero jamás lo conoció; sólo supo de él en versiones adulteradas, falsas. Cuando fue famosa gastaba su dinero en pagarse amantes jóvenes. Se sentía fea, y lo era, pero nadie se daba cuenta de eso cuando Piaf cantaba. Pequeña, sin un adarme de maquillaje, vestida perpetuamente de negro, entregaba sus canciones con tal pasión que ante su voz el mundo desaparecía y quedaba sólo ella sola, sola, solitaria, en soledad. Déjenme ahora corregir algo que dije. En modo cursi, con expresión manida, dije que Edith Piaf no conoció el amor. Lo conoció, sí, pero después de muerta. Me explicaré. Poco antes de morir la cantante se casó con un hombre mucho más joven que él: Theo Sarapo. Todos pensaron que el esposo era un oportunista, un chulo que se sacrificaría algunos meses —la Piaf ya estaba muy enferma— para alzarse con la cuantiosa herencia de la diva. En efecto, un año después de la boda murió Edith Piaf. Su testamento confirmaba la opinión del vulgo: Theo Sarapo era el heredero universal y único de la cantante. Todas las puertas se le cerraron al inmoral sujeto que tan villanamente se había aprovechado de la soledad de la gran artista para quedarse con sus propiedades y su dinero. Poco después el hombre desapareció. Se supo que había vendido todos los bienes de Edith, y hasta los efectos personales de la esposa muerta. Seguramente se había ido al extranjero a disfrutar con otra mujer la fortuna recibida. Años más tarde una noticia apareció, perdida en la página roja de los diarios: Theo Sarapo se había suicidado. Sólo entonces se supo la verdad. La herencia de Edith Piaf había consistido sólo en deudas. Manirrota, desordenada, pródiga, la cantante no tenía al casarse más que deudas y unas cuantas fincas de poco valor. Theo lo sabía, y aun así se casó con ella, pues en verdad la amaba. Tras la muerte de Edith Piaf se dedicó por entero a pagar las deudas de su esposa, a fin de preservar su buen nombre. Cuando acabó de cumplir los compromisos se suicidó. Dejó un recado en el que decía que se mataba para estar en el otro mundo con su amada.

martes, 14 de enero de 2014

WENTWORTH MILLER, VALEROSO GAY MUY COMPROMETIDO

Wentworth Miller un valiente gay comprometido. Luego de haber sido invitado al Festival Internacional de Cine de San Petersburgo en Rusia, el actor de "Prison Break" decidió que era tiempo de hacer pública su orientación sexual. "Gracias por su atenta invitación. Como alguien que ha disfrutado visitar Rusia en el pasado y también puede reclamar un grado de ascendencia rusa, me haría muy feliz decir sí", escribió el actor de 41 años en una carta dirigida al director del festival, publicada en el sitio web de GLAAD. "Sin embargo, como hombre gay, debo declinar".
Miller explicó lo siguiente: "Estoy profundamente preocupado por la actual actitud hacia y de trato de los hombres y mujeres gay por parte del gobierno ruso. La situación no es de ninguna manera aceptable y no puedo participar en una celebración organizada por un país donde a la gente como yo se le niega sistemáticamente su derecho a vivir y amar abiertamente

lunes, 13 de enero de 2014

LAS REVISTAS QUE NOS HACÍAN SOÑAR BAJO LA DICTADURA

Curiosamente, la mojigata dictadura de Franco dejó pasar montones de transgresiones de su estrechísimo sentido de la decencia y la moralidad.
Es muy celebre el caso de las canciones “Tatuaje” , “Ojos verdes”, “La otra” y varias más, que glorificaban la prostitución o el adulterio, y otros “vicios” según” sus conceptos miopísimos.
También los gays jóvenes de la época nos beneficiamos de la miopía e ignorancia de los censores, pues algunas revistas muy específicamente homosexuales eran vendidas libremente. Revisitadas pasados tantos años, resultan por lo menos sorprendentes. AQuío tienen unos cuantos ejemplos de portadas y páginas interiores.

jueves, 9 de enero de 2014

Joe Manganiello amigo fiel de Matt Bonnet


Matt Bomer se deja ver con su pareja por primera vez

Desde que Matt Bomer salió del armario no había aparecido en público con Simon Halls, su pareja, y anteriormente sus apariciones conjuntas habían sido escasas. Pero este fin de semana los dos acudieron a un evento de la American Fertility Association en Los Angeles donde Ryan Murphy presentó un premio que recibió Simon Halls.
Matt Bomer y Simon Halls son los padres de tres niños: Kit, Walker y Henry, nacidos todos gracias a madres de alquiler, razón por la que se encontraban en el evento y Simon recibió el premio.
Los rumores de que Matt era gay han estado siempre ahí, pero no fue hasta el pasado febrero que en los agradecimientos al aceptar un premio nombró a toda su familia. Matt Bomer podría haber hecho como Jodie Foster y dejarlo todo ahí sin volver a tocar el tema, pero ha empezado a aparecer en público con su pareja. Algo admirable ya que justo ahora empieza a hacerse un nombre en Hollywood –en junio estrena ‘Magic Mike’ junto a Channing Tatum

miércoles, 8 de enero de 2014

William Levy

William Levy (La Habana, Cuba, 29 de agosto de 1980)1 es un actor y modelo cubano y nacionalizado estadounidense.2William Gutiérrez Levy creció en Cuba, poco antes de cumplir quince años emigró legalmente a los Estados Unidos de América debido a que su padrastro obtuvo asilo político y pudo sacar a su familia de Cuba.
Mientras estudiaba en la escuela secundaria destacó en la práctica del béisbol, lo que le permitió conseguir una beca para asistir a la universidad. Empezó su estudios en administración de empresas, pero después de dos años los interrumpió para incursionar en la industria del entretenimiento;3 fue contratado como modelo por la agencia Next Models, posteriormente participó en dos realities de televisión transmitidos por Telemundo: Isla de la tentación y Protagonistas de novela 2.4
En este último conoció a la actriz mexicana-estadounidense Elizabeth Gutiérrez, ambos tienen un hijo, llamado Christopher Alexander nació en marzo de 2006 y una hija nacida en marzo de 2010.5 Estudió actuación en Miami, Los Ángeles, y México. En julio de 2009 profesó a la religión católica. En la parte social ha adoptado a 36 niños a través de la fundación mexicana "Un kilo de ayuda"

martes, 7 de enero de 2014

Colin Farrell beso gay


El amor en las parejas homosexuales

El amor en las parejas homosexuales es un tema complicado, ya que no cuentan con modelos establecidos. La relación no puede extrapolarse de la heterosexual, ya que los componentes de la pareja cuentan con otras características completamente diferentes. Las parejas homosexuales son una realidad nueva en la sociedad, por lo cual no existen modelos establecidos, lo cual puede crear confusiones y dudas.
Es cierto que los homosexuales tienen una tendencia a tener un mayor número de parejas que los heterosexuales, pero no necesariamente son relaciones desprovistas de afecto o sentimiento.
Los homosexuales, contrario a la creencia popular, son capaces de entablar relaciones duraderas basadas en la honestidad, pero no es correcto el reproducir el modelo de la pareja heterosexual, ya que la realidad es otra y las necesidades son otras. Una relación de pareja entere dos hombres, no puede jamás seguir los cánones de la relación entre hombre y mujer, no es lógico que uno de los miembros de la pareja adopte el rol de mujer. Dos hombres que recibieron educaciones similares, donde están orientados a conquistar, tener una vida social activa, incluso a mandar, no se adaptarán a tomar un rol que no les corresponde. Por tanto, es necesario crear la relación en base alas personas que la integran, sin ajustarse a modelos preexistentes.
Relaciones de las parejas homsexuales: Muchas veces, los prejuicios de la familia o los propios, interfieren con la relación de pareja, llegando a ocultar al otro de las miradas de conocidos, esto provoca una degradación en la relación, que a la larga tendrá consecuencias. Las parejas homosexuales deben tomar en cuenta las interferencias que puedan producirse por parte de las familias que prefieren culpar de la homosexualidad de su hijo a la pareja y por tanto, tratarán de rescatarlo. Por otro lado, tenemos a los amigos homosexuales celosos de la relación, que intentarán destruirla para cumplir la máxima de la infidelidad homosexual.
La promiscuidad en las relaciones gay es un resultado natural de la conducta sexual del hombre (tanto heterosexual como homosexual), ya que no tiene reparos en separar el sexo de los afectos, ni en buscar una relación sexual por el simple hecho de desearla, sin necesidad de involucrarse emocionalmente.
Las parejas monogámicas son estructuras relativamente modernas dentro de la historia de la humanidad, tanto para homosexuales como para heterosexuales. Existen estudios de los años 60, que avalan que los homosexuales que viven en pareja, pueden aspirar a una mayor calidad de vida que los otros homosexuales. Conocer as otras parejas en la misma situación ayuda a tener un punto de referencia, y permite un intercambio de experiencias que pueden enriquecer a la pareja.